lunes, 30 de mayo de 2016

Procesos de aprendizaje en ambientes digitales. Reflexiones finales

Como ya se ha señalado, el avance vertiginoso de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación han provocado numerosos y cruciales cambios en los modos de comunicarnos, relacionarnos, convivir, conocer, educar y aprender.
Estas nuevas formas son las que al mismo tiempo,  hicieron que repensemos las nociones de tiempo y espacio en tanto coordenadas contextualizadoras de los momentos de intercambio; por ejemplo en el caso de la “educación a distancia”.
Por otro lado, el fenómeno de las TIC’s trajo aparejado la necesidad de impulsar Nuevas Alfabetizaciones y puntualmente, desarrollar las Competencias Digitales necesarias para poder participar activamente en la Web 2.0.

Estas competencias pueden clasificarse, según Manuel Area en: Competencia Instrumental –es decir, el dominio técnico de las tecnologías y su uso-, Competencias Cognitivo/Intelectual –relacionada a la adquisición de los conocimientos y las habilidades cognitivas para interactuar inteligentemente con la información y con otras personas en la web-, Competencia Sociocomunicacional –vinculada a la capacidad de crear y difundir textos así como de establecer comunicaciones fluidas con otras personas desde una actitud social positiva-, Competencia Axiológica –que implica la conciencia de que las TIC’s no son neutrales sino que siempre inciden en el entorno socio-cultural y político- y, finalmente, la Competencia Emocional –relacionada a los sentimientos y emociones que provoca la experiencia de participar en los entornos digitales.  

“La meta de la alfabetización será desarrollar en cada sujeto la capacidad para que pueda actuar y participar de forma autónoma, culta y crítica en la cultura del ciberespacio, y en consecuencia, es un derecho y una necesidad de todos y de cada uno de los ciudadanos de la sociedad informacional”[1]




Para resumir y retomando a Paola Dellepiane se debe aspirar a que los estudiantes puedan desarrollar tres capacidades básicas: aprender, desaprender y reaprender. Mientras que las prácticas pedagógicas deberán adecuarse a la creación y curación de contenidos de calidad, la distribución de contenidos de valor en espacios y comunidades virtuales y el compartir el conocimiento, pensando a la educación desde una perspectiva abierta.



Asistimos a un tiempo histórico en el que nos pensamos “en red”. En este sentido, enseñar y aprender en ambientes digitales significa pensar en un “Aprendizaje Conectivo” en palabras de George Siemens.

  

“El conocimiento es un patrón de conexiones. La información se convierte en conocimiento en la conexión, y la comprensión es la capacidad de comprender las conexiones. El desarrollo de conocimientos, el aprendizaje, es (o debe ser) referido a las relaciones que los alumnos establecen en la comprensión, y no simplemente en memorizar hechos”[2]

El compromiso de los docentes que hoy interactuamos en el mundo digital junto a nuestros alumnos, debería ser entonces enseñar-aprender y aprender-enseñar de manera abierta y libre al tiempo que democrática y reflexiva.




[1] AREA, Manuel y PESSOA, Teresa. “De lo sólido a lo líquido: las nuevas alfabetizaciones ante los cambio culturales de la Web 2.0” Comunicar N°38 v XIX, 2012. Revista Científica de Educomunicación. Pág. 15.
[2] BONGIOVANNI, Pablo. “educacontic.es” 2012. 

martes, 17 de mayo de 2016

Entorno Personal de Aprendizaje


https://www.mindmeister.com/702419658#

Este mapa incluye el conjunto de herramientas, fuentes de información, conexiones y actividades que forman mi entorno de aprendizaje retomando en concepto de PLE y PLN de Adell y Castañeda (2010)




jueves, 5 de mayo de 2016

Alfabetización 2.0

En las últimas décadas el gran desarrollo tecnológico y, en particular, el surgimiento de la Web 2.0 trajeron consigo diversos y nuevos modos de comunicarnos, trabajar, comprar, estudiar y aprender.  De manera espontánea, por gusto personal  y hasta casi por necesidad, los sujetos se introducen en el mundo de la tecnología digital donde se encuentran con nuevos códigos, lenguajes y acciones posibles. En este contexto se hace necesario poder contar con una alfabetización adecuada.
Las características de la alfabetización para la cultura digital –aún hoy en análisis- no apuntan específica y exclusivamente al manejo técnico de las nuevas tecnologías, sino que involucra una gran cantidad de aspectos. Además de lo meramente instrumental es necesario poseer ciertas competencias que permitan a la persona participar de cada uno de las dimensiones de la web 2.0. Las competencias y habilidades que señalan -Manuel Area y Teresa Pessoa- como vitales a la hora de formar ciudadanos digitales son: la competencia cognitivo-intelectual, es decir la capacidad de utilizar de forma inteligente la información, acceder, otorgar significado, analizar críticamente y reconstruirla personalmente;  la socio-comunicacional que trata sobre las habilidades para crear distintos tipos de textos y difundirlos;  la axiológica que sirve para concientizarnos acerca de que las tecnologías no son socialmente neutrales y por último la emocional que tiene relación con el poder controlar las emociones negativas, manifestar empatía y construir la identidad digital (Area, Pessoa 2012).
En este contexto, podemos afirmar que no alcanza con tratar de garantizar el acceso igualitario a la tecnología. Desde mi experiencia personal como docente el Programa “Conectar Igualdad” –por citar un ejemplo-  falla al cumplir solo con la primera parte de su misión:
“Su objetivo es proporcionar una computadora a todos los alumnos y docentes de escuelas públicas secundarias, de educación especial, e institutos de formación docente de todo el país. Se propone, además, capacitar a los docentes en el uso de esa herramienta, y elaborar propuestas educativas para favorecer su incorporación en los procesos de enseñanza y aprendizaje” (1).
La alfabetización digital debe ser entendida como el proceso de construcción de identidad para los actores sociales que actúan en el ciberespacio. Como explican Area y Pessoa, se debe garantizar una apropiación de las competencias intelectuales, sociales y éticas. El desafío es entonces promover un modelo de alfabetización  que forme actores sociales cultos, responsables y críticos.

Siguiendo la reflexión de estos autores y para concluir, la alfabetización es un derecho y una necesidad de todos y cada uno de los ciudadanos de la sociedad informacional. 

1-      http://www.conectarigualdad.gob.ar/seccion/sobre-programa/fundamentos-del-programa-17