En las últimas décadas el gran desarrollo tecnológico y, en
particular, el surgimiento de la Web 2.0 trajeron consigo diversos y nuevos modos
de comunicarnos, trabajar, comprar, estudiar y aprender. De manera espontánea, por gusto personal y hasta casi por necesidad, los sujetos se
introducen en el mundo de la tecnología digital donde se encuentran con nuevos
códigos, lenguajes y acciones posibles. En este contexto se hace necesario
poder contar con una alfabetización adecuada.
Las características de la alfabetización para la cultura
digital –aún hoy en análisis- no apuntan específica y exclusivamente al manejo
técnico de las nuevas tecnologías, sino que involucra una gran cantidad de
aspectos. Además de lo meramente instrumental
es necesario poseer ciertas competencias que permitan a la persona participar
de cada uno de las dimensiones de la web 2.0. Las competencias y habilidades
que señalan -Manuel Area y Teresa Pessoa- como vitales a la hora de formar
ciudadanos digitales son: la competencia cognitivo-intelectual,
es decir la capacidad de utilizar de forma inteligente la información, acceder,
otorgar significado, analizar críticamente y reconstruirla personalmente; la socio-comunicacional
que trata sobre las habilidades para crear distintos tipos de textos y
difundirlos; la axiológica que sirve para concientizarnos acerca de que las
tecnologías no son socialmente neutrales y por último la emocional que tiene relación con el poder controlar las emociones
negativas, manifestar empatía y construir la identidad digital (Area, Pessoa
2012).
En este contexto, podemos afirmar que no alcanza con tratar
de garantizar el acceso igualitario a la tecnología. Desde mi experiencia
personal como docente el Programa “Conectar Igualdad” –por citar un ejemplo- falla al cumplir solo con la primera parte de
su misión:
“Su objetivo es
proporcionar una computadora a todos los alumnos y docentes de escuelas
públicas secundarias, de educación especial, e institutos de formación docente
de todo el país. Se propone, además, capacitar a los docentes en el uso de esa
herramienta, y elaborar propuestas educativas para favorecer su incorporación
en los procesos de enseñanza y aprendizaje” (1).
La alfabetización digital debe ser entendida como el proceso de construcción de identidad para los actores sociales que actúan en el ciberespacio. Como explican Area y Pessoa, se debe garantizar una apropiación de las competencias intelectuales, sociales y éticas. El desafío es entonces promover un modelo de alfabetización que forme actores sociales cultos, responsables y críticos.
Siguiendo la reflexión de estos autores y para concluir, la alfabetización es un derecho y una necesidad de todos y cada uno de los ciudadanos de la sociedad informacional.
Mara: uno de los aspectos relevantes de tu publicación tiene que ver con la alfabetización digital como derecho en términos de aprendizaje. Este derecho a la adquisición de conocimientos públicos que ya no son exclusivos del contexto escolar y de los docentes, sino que atraviesan el espacio del aula para convertirse en un entramado repleto de complejidades que deben necesariamente atender a los contextos socio-históricos en los que los procesos de aprendizaje se inscriben. la web 2.0 nos invita a la producción de aprendizajes colaborativos o en red en donde el desarrollo de capacidades cognitivas debe atravesar, como un tema fundamental, la formación de inicial de los docentes y la capacitación continua en al trabajo sobre estas habilidades.
ResponderEliminarEs importante destacar el papel de las políticas públicas en educación respecto al acceso a la alfabetización digital como derecho, así la mención del Programa Conectar Igualdad se construye como un espacio de justicia educativa en cuanto al acceso al derecho a la educación en las nuevas tecnologías y los conocimientos que a través de ella circulan; rompiendo los posicionamientos instrumentales para construir significados sociales en los nuevos contextos educativos.
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ResponderEliminarMara:
ResponderEliminarRetomando tu afirmación de que la web 2.0 trajo consigo nuevas formas "de comunicarnos, trabajar, comprar, estudiar y aprender", traigo a colación el concepto de competencia digital de Jordi Adell.
La competencia digital estaría compuesta, entonces, por:
1) Competencia informacional, que supone saber plantear un problema de información, buscar, acceder, gestionar, organizar, crear y difundir, etc. (casi emparentado al nivel cognitivo-intelectual que referencias de Área y Pessoa);
2) Competencia informática, es decir el manejo de las herramientas y dispositivos electrónicos, ya sea una computadora, un celular, pero también una cámara fotográfica, etc.
3) Las alfabetizaciones múltiples (es decir, ser competentes en los múltiples lenguajes, ya no sólo el tradicional lenguaje escrito, sino también en el sonoro y visual, por ejemplo)
4) Una competencia cognitiva genérica (y hasta transversal al resto de las competencias), que nos permita seleccionar de toda la información de la que disponemos, aquella que sea relevante y convertirla en conocimiento.
5) Ciudadanía digital, es decir, la preparación para un mundo donde está siendo superada la dicotomía entre mundo “real” y el “online”
Concuerdo con vos en cuanto a que "no alcanza con tratar de garantizar el acceso igualitario a la tecnología", pero -y siguiendo las 5 habilidades que propone Adell para alcanzar la competencia digital-, es una condición esencial para aspirar formar ciudadanos para un mundo cuya norma es el cambio constante.
Hay, sin embargo, que resaltar que se puede avanzar en otros aspectos donde la educación puede prescindir no de la tecnología, pero sí de la computadora: y es en la formación en los múltiples lenguajes. Creo que la escuela tiene abrirse a la imagen y el audiovisual, a los estético y a lo plástico, no en lugar de la cultura letrada o de libro, sino para sumarla a ella.
Disiento con vos, entonces, en el uso del concepto de alfabetización digital. Creo que ya no tiene sentido hablar de una alfabetización digital separada de otra... estamos atravesados por la digitalidad. Leer y escribir en clave de libro ya no alcanza. Alfabetización digital es casi una tautología en estos tiempos.
Si queremos pensar en alfabetizar, no podemos ignorar -al menos como horizonte- la idea de una competencia digital como la propone Adell.
Saludos!
Leandro Fridman